1. 
Sufres de migrañas, dolores de cabeza o dolores faciales.

2. 
Sufre zumbidos en los oídos (tinnitus).

3. 
Tiene mareos o problemas de equilibrio.

4. 
Sufres de falta de concentración, bajo rendimiento o estrés y sospechas de agotamiento.

5. 
Nota ruidos de chasquido o frotamiento al abrir/cerrar la boca o al masticar.

6. 
Rechina o aprieta los dientes (por ejemplo, por la noche o mientras trabaja).

7. 
Tiene la impresión de que algo anda mal con su mordida (por ejemplo, masticar de un lado, los dientes no encajan, desgaste desigual, etc.).

8. 
Tu boca se abre de forma limitada y/o asimétrica.

9. 
Estás ronco o te falla la voz.

10. 
Siente una sensación de hormigueo en los brazos, dedos u otras extremidades (extremidades “dormidas”).

11. 
Sufres tensión en la zona del cuello, la nuca y los hombros (a pesar del tratamiento).

12. 
Tiene problemas generales de postura (por ejemplo, hombros caídos, columna/pelvis inclinada, discrepancia en la longitud de las piernas, etc.).